Un
teleobjetivo es una
lente cuya
distancia focal es significativamente mayor a la de un
objetivo normal y por ello de menor ángulo de visión. Su aplicación es la de fotografiar objetos lejanos.
Realmente lo anterior correspondería a la definición de objetivo de longitud focal larga;
un teleobjetivo, propiamente dicho, es todo objetivo que, en su diseño
óptico, contiene lentes divergentes (tal como muestra el esquema
adjunto). Con ello se consigue que el ángulo bajo el que se ve la
imagen, es decir, el ángulo con el que la luz llega al plano focal, sea
el mismo que el del objetivo cuyo nombre ostenta, pero con un tamaño,
peso y precio menores. Es decir, un teleobjetivo de 500 mm. de longitud
focal, medirá bastante menos de medio metro, pero producirá la misma
imagen que obtendríamos con un objetivo de esa distancia focal.
De hecho, los modernos objetivos superangulares, no son más que
teleobjetivos invertidos. Es lo mismo que cuando miramos por unos
prismáticos al revés: abarcamos un campo (ángulo de visión) mucho mayor,
por lo que los objetos, al ser pequeños, parecen lejanos.
Cualidades
Una colección de lentes de teleobjetivo.
La primera cualidad de un teleobjetivo es la de acercar los
objetos fotografiados. Esto permite al fotógrafo, por un lado, la
posibilidad de fotografiar objetos a distancia (tremendamente útil, por
ejemplo, para fotografiar fauna salvaje) mientras que, por otro lado,
permite cerrar encuadre concentrándose en partes muy concretas de un
motivo general, lo cual puede utilizarse como recurso estilístico para
dirigir la atención del espectador hacia aspectos o texturas concretas
de un objeto a las que normalmente el ser humano no presta atención
(fotografía del detalle).
A diferencia de los
objetivos gran angulares, los teleobjetivos ofrecen una imagen libre de distorsiones.(No aplicable a objetivos gran angulares de calidad)
Cuanto mayor es la distancia focal (para una misma apertura de diafragma), más se reduce la
profundidad de campo, llegando a difuminar completamente el fondo en combinación con diafragmas muy abiertos, creando un efecto conocido como
bokeh. Entre otras aplicaciones de este efecto destaca su idoneidad para el retrato ya que el enfoque selectivo
obliga al espectador a fijarse en lo único nítido dentro de la foto, el motivo de la misma, el ser humano retratado.
De una mayor distancia focal resulta también una imagen más plana, es
decir, todos los objetos parecen estar a la misma distancia, perdiendo
la sensación tridimensional. (OJO: este efecto de perspectiva achatada o
comprimida, es producido por la gran distancia entre la cámara y el
objeto, no por el objetivo. La perspectiva NO depende del objetivo, sino
de la distancia sujeto-cámara)
Cuanto menor es el ángulo de visión mayor es la repercusión del
movimiento o vibración en la cámara en la fotografía siendo en ocasiones
necesario el uso de un
trípode.
Como norma general para la fotografía sin trípode suele recomendarse
una velocidad de obturación mínima igual a la distancia focal empleada,
por ejemplo, para un teleobjetivo de 200 mm se recomienda una velocidad
mínima de 1/200 segundos.
Finalmente, los teleobjetivos suelen ser poco luminosos en general debido a su construcción (salvo los más caros).
Clasificación
Objetivos para retrato
Son teleobjetivos ligeros de distancia focal comprendida entre 80 y 135 mm (para cámaras de formato pequeño).
Son ideales para foto de retrato debido a su imagen libre de
distorsiones, sin ser por otro lado excesivamente plana, y a su reducida
profundidad de campo que permite difuminar el fondo resaltando más la
cara fotografiada.
Estos objetivos pueden emplearse sin
trípode en condiciones normales de luz.
Son usuales los siguientes ángulos de visión diagonales:
- 80 mm (ángulo diagonal de 30º)
- 100 mm (ángulo diagonal de 24º)
- 135 mm (ángulo diagonal de 18º)
Teleobjetivos estándar
Las distancias focales más usuales para teleobjetivos van desde los
135 mm a los 200 mm (en pequeño formato). Estos objetivos son a menudo
pobres en luminosidad, rondando los f:4 y los f:5,6. Estos objetivos
suelen emplearse para viajes, e incluso para
fotografía de naturaleza.
Para estas distancias focales suele requerirse velocidades altas de
obturación y para ello una buena iluminación, o película de alta
sensibilidad (
ISO) para evitar la trepidación. Otra opción es el uso de trípode.
Los teleobjetivos más usuales son:
- 180 mm (ángulo diagonal de 13,7º)
- 200 mm (ángulo diagonal de 12,3º)
- 300 mm (ángulo diagonal de 8,2º)
Superteleobjetivos
Todos los objetivos de distancias focales mayores a 300 mm. El uso de
estos objetivos suele ser para fotografía documental de animales o
deportes. En la mayoría de los casos requieren trípode para su uso.
Los superteleobjetivos más usuales son:
- 400 mm (ángulo diagonal de 6,2°)
- 500 mm (ángulo diagonal de 5,0°)
- 600 mm (ángulo diagonal de 4,1°)
- 800 mm (ángulo diagonal de 3,1°)
- 1.200 mm (ángulo diagonal de 2,1°)
Nota: estos ángulos se corresponden para un sensor o película
del tamaño de la clásica película de 35 mm (36 mm x 24 mm) y para una
distancia al motivo fotografiado no muy baja (a 1
m en la focal de 80 mm el ángulo es de 28º bajando rápidamente cuanto más cerca estemos al motivo).
Objetivos catadióptricos
Los
objetivos catadióptricos
son objetivos muy ligeros, muy pequeños en relación a su distancia
focal y muy baratos. Están construidos con sistemas de espejos similares
a los telescopios. Como inconvenientes cuentan con una apertura de
diafragma fija, no son luminosos, se producen aberraciones, y el
bokeh es de peor calidad.
Para cámaras de pequeño formato las distancias focales van desde 200
mm hasta 2.000 mm. El uso de estos objetivos precisa de trípode.
Teleconvertidores o duplicadores de focal
No son objetivos propiamente dichos, sino que son convertidores,
adaptadores que se intercalan entre un objetivo y el cuerpo de la cámara
para modificar la distancia focal del objetivo. Es una forma barata de
duplicar la distancia focal, si bien restan luminosidad y calidad a la
imagen. La luminosidad varía en aproximadamente el doble proporción en
que alteran la distancia focal. Así un objetivo 50mm f:2.8, con un
duplicador x2 pasa a ser un 100mm f:5.6. Hay duplicadores desde x1,3,
x1,5, x1,7, hasta x2.